Terapia IV con células madre

La terapia intravenosa con células madre para el antienvejecimiento se administra mediante infusiones intravenosas inyectadas a través de las venas para potenciar las capacidades del organismo de producir colágeno, elastina, ácido hialurónico y otras proteínas y factores de crecimiento que reducen el riesgo de enfermedades relacionadas con la edad. Además, ayuda a curar y revertir los signos de envejecimiento existentes, como arrugas, marcas de quemaduras, líneas finas e hiperpigmentación.

Las células madre para terapias antienvejecimiento promueven la regeneración celular de las siguientes formas

• Infusión de células madre en el cuerpo a través de las venas en el torrente sanguíneo.
• Auto migración de las células madre a las zonas dañadas o afectadas.
• Diferenciación de células madre en tipos específicos para reparar tejidos, células y cartílagos dañados.
• Reduce la inflamación en el lugar afectado por la lesión o el envejecimiento.
• Estimula la producción de moléculas bioactivas que mejoran el proceso de reparación.

Las personas que prefieren el lujo, la comodidad, una piel bonita, resultados del tratamiento a largo plazo y un resplandor intemporal son los candidatos ideales. Normalmente, los signos del envejecimiento empiezan a manifestarse a partir de los 30 años. Por tanto, las personas de entre 30 y 50 años suelen preferir este tipo de tratamiento antienvejecimiento no quirúrgico y regenerativo. No obstante, no hay restricciones de edad para recibir la terapia.

Los resultados de la terapia antienvejecimiento con células madre IV en México dependen del estado clínico del paciente. Sin embargo, más del 60 por ciento de las personas destacan mejoras a largo plazo en la textura, hidratación, tono y vitalidad de la piel. En función de los resultados, algunos pacientes pueden necesitar asistir a sesiones de terapia de seguimiento para obtener los máximos resultados.

Una persona puede recibir hasta 3-4 sesiones de este tipo de tratamiento a lo largo de 2-6 meses. Cada sesión puede durar entre 1 y 4 horas. Sin embargo, el número de sesiones de terapia depende completamente del paciente, de la gravedad de sus afecciones, de los signos particulares del envejecimiento, de la edad, del sexo, del historial médico y de sus objetivos únicos de mejora de la salud. El experto en células madre es la persona ideal para informar brevemente sobre cuántas sesiones de tratamiento son necesarias.