Terapia con células madre para el dolor de cadera

El rejuvenecimiento de cadera con células madre es una terapia regenerativa que utiliza el potencial de las células madre mesenquimales (CMM) para reparar de forma natural los tejidos y el cartílago de la articulación de la cadera. Regula las respuestas del sistema inmunitario, ayuda a formar nuevos vasos sanguíneos, evita la muerte celular, reduce la inflamación y mejora las funciones articulares.

Las CMM se diferencian y transforman en células cartilaginosas o células óseas una vez inyectadas en la articulación local.

Y lo que es más importante, este tratamiento mínimamente invasivo ayuda a aliviar el dolor de caderas y mejora la calidad de vida en general.

Varios factores influyen en la tasa de éxito de las células madre en el tratamiento de la cadera. La demografía del paciente, la gravedad condicional y las afecciones médicas subyacentes son algunos de los factores. Sin embargo, los resultados de los tratamientos con células madre para el rejuvenecimiento de la cadera indican –

• Hasta un 34% de alivio del dolor articular al mes del tratamiento.
• Se examinó a un paciente y se observó una mejora del 85% en la función de la articulación de la cadera tras administrarle la terapia con células madre.
• Otro paciente informó de una mejoría del 45 de las causas y síntomas generales del dolor articular de cadera tras tres meses de terapia con células madre.

Otro estudio indicó que los pacientes que se sometieron a un tratamiento con células madre para la artrosis de cadera experimentaron una mejora del 100% en su amplitud de movimientos.

Los candidatos con las siguientes afecciones deben consultar con especialistas en células madre antes de someterse a este tipo de terapia regenerativa –

• Personas obesas con un índice de masa corporal superior a 35.
• Si la persona padece infecciones sistémicas o locales.
• El paciente padece enfermedades autoinmunes, como lupus o esclerosis múltiple.
• Pacientes que reciben regularmente tratamientos inmunosupresores.
• Candidatos con trastornos sanguíneos como la hemofilia.
• Mujeres embarazadas.
• Personas con diabetes no controlada, enfermedad renal crónica y enfermedades cardiopulmonares graves.
• Personas que abusan activamente de sustancias como el alcohol o las drogas.
• Pacientes que recibieron inyecciones de corticosteroides en los últimos 3 meses.